sábado, 26 de abril de 2008

El Angel de la Bicicleta

Imagina a un muchacho de familia acomodada.
Imagina a un barrio pobrísimo de una ciudad industrial, tan pobre como las favelas de Brasil, aquí en Argentina las llamamos villas miseria, porque miseria es lo que se ve en todos lados.
Imagina a ese mismo muchacho emigrando de su ciudad natal y llegando a la gran ciudad industrial, no para trabajar en un alto puesto, sino para ayudar a los niños de una de esas villas miseria.
Imagina a un muchacho que era un pobre más, que su único medio de locomoción era una bicicleta.
Imagina un comedor comunitario en una escuela, donde este joven ayudaba, que daba de comer a los niños del lugar.
Imagina un día a la policía disparando sobre el comedor de la escuela.
Imagina al muchacho subirse al techo para gritarle a la policía que deje de disparar porque solo había niños ahí.
Imagina al muchacho muerto por la policía...

Su nombre era Claudio "Pocho" Lepratti, tenía 35 años, nació en la ciudad de Concepción del Uruguay en mi provincia, Entre Ríos, y murió sobre el techo de la escuela 756 del barrio Las Flores, en la ciudad de Rosario provincia de Santa Fe, gritando: "Bajen las armas, que aquí solo hay pibes comiendo".

Pibe es una forma de referirse a los niños en Argentina.

Un día me enteré que León le había escrito una canción, con semejante historia me pregunté como podría expresar tanto dolor y tanta bronca, dolor por la perdida de hombre que hacia la diferencia para el bien, bronca porque aquellos que deben hacer el bien fueron los que "lo quitaron".

Y así fue que escuche esta maravillosa canción que expresa todo esto, este "Ángel de la Bicicleta", que tiene varios detalles, como el video que lo acompaña, y el ritmo musical, se asemeja a la cumbia villera, genero musical nacido en las villas.

Y así cambiamos ojos por cielo, y su palabra por truenos (de armas) y nos preguntamos con que libro se educó esta bestia sin alma que nos mata sin importarle nada. ¿Qué habrá pensado su asesino?, un villero menos, un delincuente menos, ¿villero = delincuente?.

Por último me gustaría destacar en el video (que saque de youtube) en el que se pueden ver imagenes de las villas, a un León escribiendo carteles, y a un León Presidente, que habla sin ser escuchado. Pueden ver el video en mejor calidad desde la página http://www.pochormiga.com.ar, es libre y gratuito donado por León para la difusión de este hecho.

Y recuerden: hay muchos "Pochos" y algunos todavía están vivos. Por eso es que ni la vida ni la muerte se rinden con sus cunas y sus cruces, muchos otros "Pochos" nacen, cuando otros mueren.

Disfruten de León Gieco, El Ángel de la Bicicleta.








Cambiamos ojos por cielo
Sus palabras tan dulces, tan claras
Cambiamos por truenos

Sacamos cuerpo, pusimos alas
Y ahora vemos una bicicleta alada que viaja
Por las esquinas del barrio, por calles
Por las paredes de baños y cárceles
¡bajen las armas
Que aquí solo hay pibes comiendo!

Cambiamos fe por lágrimas
Con qué libro se educó esta bestia
Con saña y sin alma
Dejamos ir a un ángel
Y nos queda esta mierda
Que nos mata sin importarle
De dónde venimos, qué hacemos, qué pensamos
Si somos obreros, curas o médicos
¡bajen las armas
Que aquí solo hay pibes comiendo!

Cambiamos buenas por malas
Y al ángel de la bicicleta lo hicimos de lata
Felicidad por llanto
Ni la vida ni la muerte se rinden
Con sus cunas y sus cruces

Voy a cubrir tu lucha más que con flores
Voy a cuidar de tu bondad más que con plegarias
¡bajen las armas
Que aquí solo hay pibes comiendo!

Cambiamos ojos por cielo
Sus palabras tan dulces, tan claras
Cambiamos por truenos

Sacamos cuerpo, pusimos alas
Y ahora vemos una bicicleta alada que viaja
Por las esquinas del barrio, por calles
Por las paredes de baños y cárceles
¡bajen las armas
Que aquí solo hay pibes comiendo!

sábado, 12 de abril de 2008

Yo vengo a ofrecer mi corazón

Fito Paez, un genio que nos viene a hablar del AMOR, del verdadero, del que no es sexo.

Esta canción en particular me llamó mucho la atención cuando la escuche por primera vez (para un tecnólogo como yo), la parte que dice:

Cuando los satélites no alcancen
yo vengo a ofrecer mi corazón

No hay tecnología que suplante al amor. Y el amor es una relación, por eso unirá dos puntas de un mismo lazo, y dara todo y recibirá algo, algo que lo alivie un poco más.

Cuando no hay nadie cerca o lejos, es que se está solo, y esto no se cura con satélites (cosas materiales, tecnología, drogas, etc.), se cura con un corazón que se da, que se da en forma gratuita y desinteresada.

Por supuesto, ofrecer el corazón no es tarea fácil, uno lo expone a que sea lastimado, uno lo expone al dolor, pero como dijo la madre Teresa, hay que amar hasta que duela.

Ante tanto mal en el mundo que la sangre se la llevo el río, yo vengo a ofrecer mi corazón.

Por eso ¿Quién dijo que todo está perdido? todavía queda algo para arreglar este mundo, nuestra casa, hay que ofrecer el corazón, nosotros primero.

Mientras tengamos un corazón para dar ¿Quién dijo que todo está perdido?

Disfruten de esta canción y del video con tres grandes interpretandola: Fito Paez, Mercedes Sosa y Victor Heredia





¿Quién dijo que todo está perdido?
yo vengo a ofrecer mi corazón,
tanta sangre que se llevó el río,
yo vengo a ofrecer mi corazón.

No será tan fácil, ya sé qué pasa,
no será tan simple como pensaba,
como abrir el pecho y sacar el alma,
una cuchillada del amor.

Luna de los pobres siempre abierta,
yo vengo a ofrecer mi corazón,
como un documento inalterable
yo vengo a ofrecer mi corazón.

Y uniré las puntas de un mismo lazo,
y me iré tranquilo, me iré despacio,
y te daré todo, y me darás algo,
algo que me alivie un poco más.

Cuando no haya nadie cerca o lejos,
yo vengo a ofrecer mi corazón.
cuando los satélites no alcancen,
yo vengo a ofrecer mi corazón.

Y hablo de países y de esperanzas,
hablo por la vida, hablo por la nada,
hablo de cambiar ésta, nuestra casa,
de cambiarla por cambiar, nomás.

¿Quién dijo que todo está perdido?
yo vengo a ofrecer mi corazón.